viernes, 25 de septiembre de 2015

CAPACIDAD DE LIDERAZGO

QUE SE NECESITA PARA SER LÍDER
Tomado de un artículo de Richard Donkin

 
En la organización moderna se percibe una nueva tendencia. Ante los cambios en la gerencia, donde todos son jefes, salta a la palestra la visión como ingrediente esencial de liderazgo empresarial.
 

El trabajo solía ser algo que algún supervisor indicaba al personal que se hiciera. En la actualidad es una labor que cada trabajador debe realizar y que es esbozada y reestructurada cada cierto tiempo. En pocas palabras, el trabajo es algo que se espera de los empleados.
 
Por su parte a los supervisores se les rebauizó de líderes de grupo y han sido convertidos en mentores, entrenadores, guias o, sencillamente, puntos de referencia. Es por ello que ahora todos somos gerentes. La gerencia ha sido delegada hacia abajo, de manera que casi todos gerenciamos algo o a alguien, así sea a nosotros mismos.
 
Esta delegación de la gerencia, su ampliación a cada rincón de la organización y su interpretación como parte de una función administrativa ha llevado a los teóricos de la gerencia a buscar otra cualidad que pueda diferenciar la gerencia y las personas que tiene a su cargo. Esta cualidad es liderazgo.
 
Peces gordos
 
El liderazgo, al igual que la gerencia, solía identificarse con personas en posiciones superiores. Había líderes y había seguidores. Cualquiera podía reconocer a un líder por su título general, rey, presidente, primer ministro, presidente ejecutivo o director. Cualquiera podía citar el nombre de algún líder, como Nelson, Napoleón o Aníbal, aún tendemos a recurrir a ejemplos militares. Sólo considérese la reciente popularidad de Sun Tsu, el general chino quien desarrolló sus estrategias cerca del año 500 ac.
 
No obstante, teóricos como Warren Bennis, experto norteamericano en liderazgo, ha redefinido el liderazgo de la organización moderna. Mientras servía como el teniente más joven del ejercito estadounidense durante la II guerra mundial, Bennis notó que el liderazgo no iba necesariamente ligado al rango. Hubo ocasiones en que le tocó liderar desde el frente y hubo ocasiones en que él, junto con el resto de la unidad, dependieron de la experiencia y cualidades de algún sargento de pelotón o un cabo.
 
Tal y como Dava Sobel observó en su libro, Longitude, nada de eso habría sido aceptable en la real marina de 1707 bajo el mando del contraalmirante Sir Cloudesley Shovel, quien hizo colgar a uno de sus marineros por cuestionar el curso que habia fijado en una travesía de regreso a Inglaterra. La preocupación del marino era válida. La nave de Sir Shovel naufragó en las islas Scilly, donde toda la tripulación perdió la vida.
 
La visión
 
Bennis buscó en los líderes algo más que la capacidad de dar órdenes. Descubrió una cualidad común a los líderes empresariales más exitosos: la capacidad de esbozar una visión. Desde entonces "la visión" ha sido un ingrediente esencial del liderazgo empresarial. Sin embargo, en la actualidad podemos añadir la inteligencia emocional y esa otra variable, la capacidad de pensar estratégicamente.
 
Si mezclamos estrategia, visión y empatia junto con ciertas habilidades comunicativas y una pizca de carisma que, si bien ya dejó de considerarse esencial, sigue siendo útil, nos vamos acercando a una idea del líder. Añadimos cierto know how (sorprendentemente sigue siendo importante), habilidades políticas, un poco de suerte y un poco de presencia (que pudieramos definir como brillo ese algo especial que hace que alguien sea objeto de atención) y ahí está. Desde luego, es casi esencial ser hombre y es útil, ádemas, ser alto y buenmozo, si bien abundan la excepciones, si no piénsese en Bill Gates.
 
El liderazgo, es algo más que ser el jefe. De hecho, se puede ser el jefe y, sin embargo, ser un líder sin esperanzas, lo cual no es nada raro. Es posible ser líder en ciertas ocasiones y seguidor en otras.
 
Brillo y carisma
 
Sin embargo, un verdadero líder sabe cuando liderar y cuándo seguir efectivamente, hay una respuesta para todo. Algunos puedes preferir ser agentes de influencia, algunos pueden ser administradores o magos organizacionales y algunos pueden exudar brillo y carisma por cada poro. Por ello es importante conocer el propio estilo de liderazgo, sobre todo si se está considerando hacer carrera en la gerencia de alguna gran compañia donde persisten ciertos estilos y donde las estructuras gerenciales que combinan evaluaciones del personal, diseño de presupuesto, centro de costos y exigencias siempre cambiantes son una característica constante de la empresa.
 
El eslabón más débil
 
Cuanto más se conozca el individuo, es más probable que reafirme su estilo. Tras consolidarse, el estilo no dice cosas como "eres el líder perfecto", o, en esta materia, "eres el eslabón más débil, hasta luego" porque, tal y como hemos visto, las exigencias del liderazgo difieren según las circunstancias. En efecto, hay momentos en que podría ser necesario dar la orden y hacer que se respete. En otras ocasiones puede haber lugar para el debate y la consulta. Esto depende del buen juicio, la percepción y el sentido común (otras buenas cualidades del liderazgo).
 
Traducción: Mario Bulfone
Subido por: Daniel Rangel Rojas

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